lunes, 18 de febrero de 2013

El óptico solidario



El óptico del momento: lanza una iniciativa solidaria para regalar gafas a niños de familias sin recursos.
“Harto” de ver a padres “avergonzados” por no poder pagar las gafas que necesitan sus hijos,José Carlos Lorenzo, empleado de una óptica de la Seu d’Urgell (Lleida), se puso manos a la obra. Movilizó a su familia y amigos, diseñó una página web y, con la ilusión de hacer feliz a tantos niños como fuera posible, echó a andar su iniciativa: ‘ningún peque sin gafas’.
“No pretendo ganar dinero”, asegura José Carlos, “tan solo ayudar a quienes no pueden hacer frente a un gasto que es necesario”. La idea de hacer “algo” le sobrevino hace varios meses, cuando una clienta y su hijo, de cinco años, acudieron a la óptica donde trabaja.
El niño necesitaba un par de gafas urgentemente, pero la madre no podía pagar ni tan siquiera las más baratas.
Para este primer sorteo ya puedo entregar cinco gafas, ha habido dos donaciones “Me confesó”, recuerda Juan Carlos, “que tenían que hacer grandes esfuerzos para poder comprar comida”. La mujer y el niño se fueron y nos los ha vuelto a ver.
Pero de aquella experiencia que “sacudió” su conciencia, nació la idea de repartir gratis todos los meses gafas a aquellos niños cuyas familias no pudieran abonarlas.
“Es muy sencillo”, explica este optometrista de  47 años, “en la web hay dos pestañas: donaciones y solicitudes”. En la primera, cualquiera puede anónimamente donar la cantidad que quiera.
Dicha cantidad se irá acumulando y cada mes —el primer sorteo no será hasta el 31 de marzo— José Carlos realizará una rifa en función del dinero que haya recaudado. “De momento”, dice, “para este primer sorteo ya puedo entregar cinco gafas, ha habido dos donaciones”.
La otra pestaña, la de solicitudes, se rellena con los datos familiares y del tipo de problema de visión que tenga el niño (miopía, astigmatismo o hipermetropía, preferentemente en rangos para los que existan cristales en stock). Este formulario deberá completarse con un certificado del asistente social, que verifique la falta de recursos económicos.
“A los ganadores de cada mes”, dice, “se les enviará las gafas graduadas por correo”.
Unicef y varios asistentes sociales ya se han puesto en contacto con él para proporcionarle candidatos, pero Juan Carlos ha ido un paso más allá.
En apenas un par de semanas verá la luz la asociación ‘Ningún peque sin gafas’, con la que pretende dar a conocer su iniciativa por toda España. “Es mi granito de arena”, asegura con modestia.
Un gran ejemplo y persona. 

Alejandro Miralles
Redacción

domingo, 10 de febrero de 2013

La revolución de los préstamos entre particulares


Edward Lucas
La revolución de los préstamos entre particulares → prestamos entre particulares.peer to peer
Los ciudadanos se hacen banqueros.
Ahora que la restricción crediticia global hace que los préstamos bancarios se concedan a cuentagotas, los préstamos entre particulares llenan este vacío y ofrecen la financiación que tanto necesitan las pequeñas empresas.
Una revolución que constituye un salvavidas para el sector empresarial de los países bálticos.
He empezado a realizar préstamos a personas totalmente desconocidas, a decenas. No estoy loco, ni soy rico, ni filántropo. Los préstamos son diminutos. Las garantías son buenas. Hasta ahora, los prestatarios me han devuelto el dinero y estoy obteniendo unos ingresos que me vienen muy bien.
Además, me siento parte de una revolución que podría salvar al capitalismo occidental. Y todo está sucediendo en Estonia.
La banca es el mayor punto débil de la economía. Ofrece productos de ahorro mezquinos, repletos de cuotas y préstamos a un precio excesivo con desagradables costes ocultos. Los intermediarios reciben unos beneficios colosales, especialmente si son codiciosos y temerarios. Cuando las cosas salen mal, como sucede inevitablemente, el contribuyente es el que paga la factura. Aparte de eso, funciona bien.
Por eso, se agradecen las alternativas, como los prestamistas ‘peer-to-peer’ o entre particulares, que ponen en contacto directamente a los que necesitan dinero y a los que les sobra (y ganan dinero cobrando una cuota por el servicio).
Zopa, un grupo británico de préstamos entre particulares, ha prestado 260 millones de libras (310 millones de euros) desde que iniciara su actividad en 2005.
En sistemas menos desarrollados
Isepankur (que significa “Autobanquero” y suena como “Easy-banker”, en inglés, “banquero fácil”) ofrece una opción mejor, porque concede préstamos en países cuyo sistema bancario está menos desarrollado. Los estonios (aunque cuentan con una buena calificación crediticia) normalmente pagan un 50% por un préstamo “a domicilio” sin garantía. Isepankur me brinda tanto a mí como a otras personas la oportunidad de realizar préstamos con tipos de interés mucho más bajos, normalmente del 28%.
Es un buen negocio: el mejor interés en una cuenta de ahorro que puedo lograr en un banco británico es inferior al 3% (y la mitad de las exiguas ganancias van a parar a impuestos).
Isepankur se abrió para inversores no estonios a finales del año pasado. Invertí unos cientos de euros para empezar e inmediatamente recibí una llamada telefónica del director ejecutivo. Me resultó un servicio al cliente bastante impresionante. (Desde entonces he ayudado a corregir el inglés de su página web).
Los posibles prestatarios tienen que convencer a los prestamistas de su solvencia. ‘Tanelvakker’, por ejemplo, es un ingeniero de telefonía que quería renovar su apartamento. Necesitaba pedir un préstamo de 2.600 euros a 36 meses, al 12%. Es soltero y gana un sueldo de 2.500 euros mensuales. El pago del capital y del interés sería de 86 euros. Eché un vistazo a sus otros gastos (hipoteca, pago de leasing del coche y tarjeta de crédito) y comprobé que podría pagar fácilmente el préstamo. Así pues, le dejé prestados 10 euros. Otras decenas de personas hicieron lo mismo. Él realiza un solo pago al mes a Isepankur, que a su vez divide el dinero entre nosotros. Si los préstamos no se pagan, Isepankur los vende a una agencia de cobro de deudas.
Bajan los costes de los préstamos
La competencia hace que bajen los costes de los préstamos. Cuanto menor sea el riesgo, menos se paga. ‘Akiraam’ (una secretaria con 600 euros mensuales) quería 200 euros para pagarse un curso de finlandés. Estaba dispuesta a pagar el préstamo al 28% pero acabó pagando sólo el 12% porque se presentó una gran cantidad de prestamistas. A los prestatarios sospechosos les cuesta más trabajo conseguir el dinero, o pagan más: los prestamistas les pueden interrogar a través de Internet. Si las respuestas son inadecuadas (o no responden), su credibilidad sufre.
Hay algunos prestatarios que no pagan: una media del 3%, como reconoce Isepankur. Pero los tipos de interés de los que sí lo hacen compensan con creces esos impagos. Hasta ahora, ha habido retrasos en tres de mis préstamos, pero el dinero que obtengo de los demás supera esa cantidad.
Mi rendimiento neto medio (como el de la mayoría de prestamistas de Isepankur) es de alrededor del 17%.
Hasta ahora, he prestado 1.570 euros a unos 50 prestatarios, en cantidades que oscilan entre los 5 y los 25 euros. He recuperado 60 euros en capital reembolsado y 24 euros en intereses. También recibí 0,06 euros por ‘sanciones’ (mi porcentaje en una pequeña multa impuesta a un prestatario llamado ‘Lillekas’ que pagó unos días tarde).
Los costes de Isepankur son muy bajos: básicamente los relativos a gestión del sitio web y a publicidad. Aún es diminuto. Quizás sea demasiado nuevo y demasiado diferente. Pero recuerdo que también decían lo mismo sobre otra invención estonia: Skype.
Edward Lucas
Fuente: European Voice – Presseurope

domingo, 3 de febrero de 2013

Gandhi, un revolucionario en busca de la verdad


Tica Font
Directora del Institut Català Internacional per la Pau
Hace 65 años Gandhi fue asesinado por un nacionalista radical e integrista religioso. Gandhi estuvo nominado cuatro veces al Premio Nobel de la Paz, las cuatro veces le fue denegado alegando que era nacionalista.
Su juventud estuvo marcada por las creencias religiosas de su madre, por la rama pacifista del hinduismo, el jainismo; pero Gandhi no llegó a practicar el jainismo, aunque hinduista, fue ecuménico y adoptó todos los credos, el musulmán, el hindú y el cristiano; consideraba las diversas religiones como caminos distintos que convergen en el mismo punto. Una de las influencias que recibió del jainismo, fue el principio de ahimsa o “no hacer daño” y que él mismo lo tradujo al inglés como no-violencia. A pesar de su origen hindú, profundizó en el islamismo y en el cristianismo, en concreto en el mensaje no-violento de ambas religiones. Su búsqueda espiritual más profunda del concepto de no-violencia le llevaba constantemente a la búsqueda de la verdad. Para Gandhi ahimsa y verdad (satyagraha) están tan entrelazadas que es prácticamente imposible desligarlas o separarlas. La satyagraha agrupa dos términos del sánscrito, satya (verdad) yagraha (fuerza). Es, por tanto, la búsqueda de la verdad a través de la fuerza interior la que conduce a actuar en conciencia. Fuerza que conduce a desobedecer y no cooperar con los obstáculos que se oponen a la verdad (conciencia), lo que hoy llamaríamos objeción de conciencia.
El pensamiento de Gandhi abarca cuatro grandes corpus: su pensamiento místico al encuentro de la verdad a través Dios; el pensamiento político para conseguir la independencia de la India del dominio británico; el pensamiento social para eliminar las desigualdades en la sociedad india, entre castas, entre hombre y mujer, y relación entre trabajo y capital; y su pensamiento sobre cómo preparar el cuerpo y el espíritu para lograr sus objetivos de transformación social.
Gandhi fue muy influenciado por el pensamiento de dos personajes: el anarquismo cristiano de Tolstoi y su llamada a la resistencia frente al Estado (bajo su influencia Gandhi afirmaría “los ingleses no nos han tomado la India, nosotros se la hemos dado”); y Thoreau, de quien aprendió la desobediencia como instrumento para enfrentarse a la injusticia. Bajo ambas influencias afirmaría que la esclavitud consiste en someterse y que la libertad exige desobediencia.
Gandhi enriqueció la no-violencia y la búsqueda de la verdad con los conceptos de resistencia y desobediencia, pero a diferencia de Tolstoi y de Thoreau les dio una dimensión organizada y colectiva, sobrepasando la esfera individual. De esta manera la no-violencia se transforma en una técnica o método de lucha política y social.
La fuerza de esos dos principios son los que inspirarán las grandes movilizaciones sociales. En su obra El autogobierno indio, Gandhi señala la estrategia a seguir de desobediencia a las leyes del imperio británico, que aplica en las campañas Lasatyagraha de la sal que movilizó a millones de personas contra el impuesto británico a la sal; el boicot a la escolarización británica, o a las manufacturas inglesas, en especial las textiles, que lo llevaron en diversas ocasiones a prisión, y el retorno del hilado artesanal para conseguir la independencia de la India. En el mismo sentido, en el texto Programa Constructivo y el discurso Seva Sangh, aboga por la emancipación, a través de la satyagraha, del Gobierno británico y por conseguir una mayor igualdad social, económica y política. Un ideario que, en su día, resultó incómodo para las elites indias, tanto conservadoras, como del marxista Nehru, pero que acabaron aceptando, vistos los éxitos concretos de sus campañas con el seguimiento masivo de millones de indios.
Gandhi instauró métodos de lucha social novedosos como la desobediencia civil y la huelga de hambre. Mediante el método de la no-violencia introduce una forma nueva y revolucionaria de lucha política contra la injusticia y la opresión, proporciona una manera de luchar sin recurrir al uso de la violencia y sin avivar pasiones de odio o venganza.
El método no-violento de Gandhi ha servido como modelo a otras experiencias posteriores y ha ayudado a construir un nuevo repertorio de acciones de lucha social y política a gran escala; podemos encontrar movimientos de resistencia a la ocupación colonial (como Zambia o Ghana) o movimientos de resistencia a leyes discriminatorias o a gobiernos autocráticos (como el movimiento afroamericano por los derechos civiles en Estados Unidos, contra el apartheid en Sudáfrica o “las revoluciones de colores” en Serbia, Georgia, Ucrania, Tailandia y Birmania, o en las recientes primaveras árabes).
Politólogos como Gene Sharp han aportado una visión pragmática de la no-violencia, la han despojado de sus componentes religiosas y la conciben como una técnica de acción sociopolítica que cuando se aplica produce unos resultados más duraderos que el uso de la violencia; es decir, en términos pragmáticos es más eficiente el uso de la no-violencia que el uso de la violencia en la transformación sociopolítica